Se ha ido el Hermano Martín -jesuita de Torreblanca-

Pero ayer, día 13 de febrero, nos vimos precisados a mandarle a cuidados mucho más intensivos en la Residencia enfermería que tenemos los jesuitas en Málaga. Faltaba un día exactamente para cumplir en el Barrio de Torreblanca 31 años de presencia, adonde llegó desde la vecina Jerez de la Frontera.


Llegó con su fervor práctico a meterse en el corazón de la barriada que ha visto asombrada cómo un hombre ya cercano a los noventa y siete años, salía por las mañanas rezando el rosario a comprar el periódico y el pan calentito para la Comunidad de jesuitas. A todos saludaba, con todos tenía unas palabras de aliento y consejos prácticos para vivir mejor y acercar su corazón a Dios. O sorprendernos verle caminar con sus pasos cansados subir escaleras de los pisos sin ascensor para llevar la comunión a los enfermos.
Porque cuando llegó a nosotros solamente contaba con pocos y claros instrumentos: sabía escribir a máquina, manejaba bien la Biblia y estaba lleno de Espíritu Santo. Y se pudo a la tarea. Creó un taller de máquinas de escribir que, para él, el taller era un campo de personas concretas a las que atender. Muchos se lo agradecerán. Y una asociación juvenil “Ayuda a Crecer” de promoción de jóvenes. Ellos le consideran ahora como su padre, su abuelo, su santo…
Pero , ¡ay! , las viejas máquinas de escribir pasaban a la historia. Y entonces, a sus 77 años, se puso delante de un ordenador, aprendió a manejarlo y a con ello se dispuso a enseñar a los niños que acababan la primera comunión y no sabían dónde entretener su ocio…allí estaba Martín, con su tesón, uno a uno, con su persona, con la de sus padres, y su ambiente…Y cuando ya le aturdían los chiquitos, a los 80 y tantos años, atendía personalizado a cuantos él veía les vendría bien….
Ha sido una labor callada, humilde, de boca a boca. Es cierto que el Ayuntamiento de Sevilla premió su labor con una placa de agradecimiento. También lo hizo el señor Cardenal Amigo Vallejo. Pero nunca llegaremos a alcanzar el inmenso bien que ha derramado entre nosotros. Hemos perdido, por ahora, a un auténtico hermano, modelo de disponibilidad, austeridad y fuego apostólico. Un defecto: no sabe conjugar el verbo querer en primera persona. Siempre dispuesto, siempre listo, nunca él fue lo primero. Nunca.
¡Animo, valiente! Que sigas en la enfermedad “así en la vida como en la muerte”, como decía san Ignacio. Te estamos extrañando mucho, pero sabemos que estás con nosotros. Y con toda Torreblanca. Si te preguntamos, responderás como siempre: ¡Estoy vivo!
Leonardo Molina S.J.

Manuel Sanchez

Nacimiento 27 marzo 1969 Sacerdote 18 septiembre 1994 Párroco de Nuestra Señora de los Angeles y Santa Angela de la Cruz 7 septiembre 2014