PROYECTO MANOS UNIDAS

La organización ERPA (Empowerment of Rural Poor Adivasis) se encuentra en la aldea de Baghitoli, que está a 70 Km. de Gumla, la capital del distrito y Diócesis y a 170 Km. al este de Ranchi, capital del Estado de Jharkand, en el Norte de la India. La aldea está en una zona bastante remota, lindando con el Estado de Chhatisgarh, rodeada de bosques. Los beneficiarios pertenecen a la Comunidad Adivasi, es decir el pueblo indígena, los primitivos pobladores de la zona. La población Adivasi, que era más del 60%, actualmente es de un 26% del total de la población del Estado, y está en franco retroceso debido a la negligencia del Gobierno, al aislamiento y a la destrucción de sus recursos naturales por la construcción de grandes factorías y explotaciones mineras. Debido a la poca extensión de sus propiedades y a la baja productividad del terreno, la mayoría de los hogares ganan lo imprescindible para sobrevivir y deben diversificar sus ocupaciones para mantenerse. El trabajo de las mujeres es crítico para proporcionar alimentos y para gestionar los recursos. En Jharkhand el lenguaje hindi es el que se usa como medio de instrucción en escuelas e institutos, pero las comunidades adivasi hablan sus propias lenguas, por lo que tener que aprender en un lenguaje extraño les confunde y no son capaces de captar los conceptos ni de de competir con otros, y abandonan. Debido al analfabetismo masivo, que lleva a la falta de conocimientos y habilidades útiles para encontrar trabajo, las chicas son presa fácil de traficantes. Se estima que cada año 60.000 chicas son objeto de trata en el Estado de Jharkhand. Los estudios preliminares muestran que las mujeres adivasi tienen el nivel más bajo de alfabetización de la India. El número de niñas que van a la escuela y acaban el primer ciclo es muy bajo. Para proporcionarles educación de calidad, el padre Z. Baxla inició una escuela que cuenta el reconocimiento gubernamental, donde aprenden en su lengua materna (Oraon) en la primaria, y en inglés en secundaria. Manos Unidas colaboró con éxito en la construcción de un comedor para la misión. En la actualidad la escuela cuenta con 600 alumnos de los que 200 son niñas. De estas, 115 están internas en unas instalaciones poco adecuadas para su formación integral. El socio local solicita a Manos Unidas ayuda para la construcción de un internado digno para poder formar integralmente a 130 niñas adivasi (aborígenes) donde duerman y estudien. Se plantea construir 3 dormitorios (2 de 44,5m2 y uno de 39m2), 3 cuartos para estudio, dos bloques de lavabos, uno con zona de baño y otro con aseos, una oficina, un cuarto para el cuidador, un cuarto para las niñas que estén enfermas y un cuarto de recepción. La aportación local será el terreno donde se construirá el internado junto con el coste de mano de obra, que será aportada por los padres de los chicos de la escuela; en total supone el 13,7% del coste total del proyecto.