III SIMPOSIO: FAMILIAS Y PERSONAS CON CAPACIDADES DIFERENTES EN LA VIDA DE LA IGLESIA: RETOS Y DESAFIOS.
El pasado sábado 14 de Marzo, se celebró en el Seminario Metropolitano, el III simposio: familias y personas con capacidades diferentes en la vida de la Iglesia. Retos y desafíos, organizado por la Delegación Diocesana de Catequesis. Este simposio, buscaba visibilizar la presencia de la familia y su relación con las personas con capacidades diferentes en la Iglesia, testimoniar la alegría del Evangelio desde el núcleo familiar.
Don Manuel Sánchez (delegado de catequesis), abrió el simposio diciendo que todos somos interdependientes, que todos necesitamos el apoyo de los demás y que debemos agradecer a Dios que tengamos la posibilidad de enriquecernos con las experiencias de las personas con capacidades diferentes.
Se contó con la presencia de Virginia Felipe Saelices : coordinadora de (Feder),Federación de enfermedades raras de Castilla la Mancha. Cuando ella nació en 1981, había más de 400 millones de personas con discapacidad hoy en día unos 1000 millones aproximadamente.
Comenzó la ponencia, resumiendo un poco su vida, viendo como tenía el apoyo incondicional de su familia desde el primer momento, y su fe, sin ella no hubiera podido salir adelante.
Tiene 33 años, y tiene Atrofia Muscular Espinal de tipo II, una de esas enfermedades a las que se les llaman raras. Es la primera mujer en España y la segunda en el mundo que ha podido ser madre con esta enfermedad.
Cuando tenía solo 9 meses, sus padres se dieron cuenta que algo le sucedía, pero hasta los 4 años no le diagnosticaron la enfermedad, que hasta ahora es incurable. Se siente muy afortunada, es la pequeña de 9 hermanos, la educaron en la inclusión y siempre ha estado rodeada de vínculos afectivos. Estudió en un colegio público que no estaba adaptado, pero poco a poco lo fueron haciendo, y en las clases de educación física le preparaban ejercicios especiales.
La catequesis la recibía en casa de la catequista, tenía mucha ilusión por hacer la primera comunión, pero le daba mucha vergüenza por si llegaba el momento de subir las escaleras y arrodillarse y ella no pudiera, pero ahí estaba su madre para apoyarla.
Su adolescencia y juventud fueron maravillosas, hizo amigos por donde iba, aportando aliciente de superación. Su mayor deseo era ser madre, y cuando los médicos le dijeron que estaba embarazada de su primera hija (Sofía), ni ellos mismos se lo podían creer. Su embarazo, incluso su vida, corría peligro; le propusieron abortar, pero ella no aceptó diciendo que no había forma más bonita de morir que intentando dar una vida. Cuando se desea algo con intensidad se consigue, tuvo a Sofía, hasta entonces no la conocía nadie, y a partir de ahí, con el reportaje que le hicieron en el periódico el PAIS (El milagro de Virginia), le salieron entrevistas y más entrevistas, acudía a programas de televisión, de radio, conferencias, etc… e incluso llegó a conocer a otras personas que tenían su misma enfermedad.
Cuatro años más tarde nació su segundo hijo (Gregorio); sus dos hijos, lo más maravilloso que le ha dado la vida.
Termina diciendo que las barreras psicológicas hacen más daño que las arquitectónicas y que es necesario que se hable de la inclusión y se eduque en ella desde la infancia y finalmente proyecta un power point donde refleja diferentes momentos de su vida.
Después de un breve descanso, se dio lugar a una mesa redonda, moderada por Alfonso Muruve (asesor religioso de la pastoral del sordo) con la participación de padres y madres de hijos con capacidades diferentes exponiendo como viven ellos esta situación:
-En primer lugar intervino Valle: madre de dos hijos, uno de ellos autista. Cuesta trabajo salir adelante pero la fe ha hecho que lo lleve como hasta ahora. En su casa, incluso para su otro hijo, nunca ha supuesto una diferencia, su hermano es así porque es así, la diferencia se la hace ver el entorn o en el que vivimos. Por último destaca que si se puede ser feliz teniendo un hijo autista.
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-En segundo lugar nos dejó su testimonio Isabel: también tiene dos hijas con discapacidades diferentes, una sordociega otra con retraso mental, ella dice que nació cristiana, la hicieron cristiana en época de guerra y hasta ahora. Pide muchas veces fuerzas a Dios y se las da y cuando se siente muy apurada le pide a Santa Ángela, también señaló que se puede ser feliz.
-.A continuación Blanca: ella es ciega, su marido también, tiene dos hijos, uno ciego y otro con visión reducida, en su casa no ha habido nunca problemas de adaptación. La fe hace mucho si, pero la familia en la que naces y las circunstancias, hace que se lleve mejor o peor la discapacidad. Hacen una vida muy normal, y termina diciendo que si se puede ser feliz.
-Otra intervención fue la de Conchi: tiene tres hijos y uno de ellos con discapacidad. Dice que antes de integrar al discapacitado, hay que integrar a la familia. Se vio sola con la ayuda incondicional de su madre. Señala, que para poder ayudar a su hijo hay que mirarlo como es, no como quieres que sea. Muchas veces aparentaba ser feliz para hacer feliz a su familia, y le ayudaba mucho hablar con madres que estaban en su misma situación y terminó diciendo que uno empieza a superar sus problemas cuando aprende a superar los problemas de los demás, es muy feliz y se siente satisfecha.