Eucaristía 80º cumpleaños Padre Leonardo Molina s.j.

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PALABRAS DIRIGIDAS AL P. LEONARDO MOLINA EN SU 80º ANIVERSARIO EN LA EUCARISTÍA DEL PASADO 13 DE MARZO

Buenas tardes, me dirijo a Uds en representación de los integrantes del Taller de Oración y del Grupo de Formación, ambos dirigidos por el P. Leonardo.

 
Siempre somos Iglesia, siempre somos Comunidad.

Hoy, ahora, en esta Eucaristía, nos sentimos más Iglesia, más Comunidad, más hermanos, en torno a nuestro Padre Dios, a nuestro párroco, que por fuerza mayor no nos puede acompañar, y a nuestro vicario, y, especialmente, al lado de nuestro Padre Leonardo

 

Hemos tenido, tenemos y tendremos a lo largo de nuestra vida espiritual, a sacerdotes y a otras personas que nos han orientado, nos orientan y nos orientarán; que nos facilitan la vida como cristianos y nos allanan nuestro camino hacia la VIDA

 

Nuestro Padre Leonardo, Leonardo, llegó a esta comunidad parroquial en unos momentos difíciles: enfermedad y posterior fallecimiento de nuestro párroco, D. José Moreno, nuestro Pepe para siempre, la transición – lógica y normal – hacia otro modelo de parroquia, los diversos cambios producidos…

 

Sin “entrar en detalles”, durante este periodo, Leonardo ha sido para nosotros , feligreses que asisten a sus eucaristías y el grupo que asistimos al Taller de Oración y a la Formación que él dirige, – y voy a utilizar los signos y símbolos del Bautismo – Agua que nos sacia, nos está saciando la sed de ser mejores seguidores de Jesucristo, Luz que nos ilumina en este proceso y Aceite que nos hace sentirnos personas consagradas; nos ha enseñado, asimismo, cómo llevar la Vestidura blanca de una ética cristiana, cómo profesar nuestra fe en la sociedad que nos ha tocado vivir y, por último, la manera de sentirnos – Nombre – cristianos en el mundo de hoy.

 

Parafraseando a Neruda, como persona y como sacerdote, Leonardo podría decir: Confieso que he vivido.

 

A estas alturas de su vida, en esta celebración, no es el momento de hacer una semblanza detallada de su vida, sus titulaciones académicas, su doctorado, su perfil de investigador y escritor en sus publicaciones (por ejemplo, Los dos espejos.- Historia de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla durante sus dos primeros siglos 1550-1767, del padre Antonio de Solís), las distinciones que le han otorgado,….

 

Sólo diré que es jesuita. En el sacerdocio, en la vida consagrada, los jesuitas se han caracterizado por desempeñar un papel activo en la formación, de jóvenes y de adultos, en la atención a los necesitados – atendiendo a la acepción más amplia del término “necesidad” -, en la búsqueda de una espiritualidad evangélica acorde con el signo de los tiempos, en el estudio de nuevas fórmulas de evangelización…

 

Desde su noviciado, el P. Leonardo ha desarrollado todas estas facetas, como sacerdote y como jesuita. Su labor como seminarista y, después, como párroco en varios pueblos de la Axarquía, la formación que ha impartido en el Colegio de “El Palo” y en la Facultad de Ciencias de la Educación de Málaga, su trabajo con jóvenes y matrimonios en Málaga y Sevilla, su responsabilidad como párroco en la parroquia de S. Antonio de Padua de Torreblanca… Todas estas actividades, en cierto modo poliédricas, evidencian su compromiso personal, humano, cristiano y jesuita.

 

Y en los últimos años, su apoyo a nuestra parroquia a través de sus eucaristías, de los sacramentos del bautismo y de la reconciliación, de su Taller de Oración y de la Formación que nos imparte, ha sido fundamental en nuestro crecimiento espiritual

 

Leonardo: le damos gracias a Dios por haberte puesto en nuestro camino, y te damos gracias a tí por lo que nos ayudas, por tu forma de ser conciliadora, por tus saberes, por tu paciencia con nosotros.

 

Y, como hemos escuchado hoy a S. Pablo, en su Carta a los Filipenses, sigue ayudándonos en nuestra carrera hacia la meta y en la consecución del premio al que nos llama Dios,…. MUCHAS GRACIAS, LEONARDO Y ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!