Mi Parroquia

 

 

EL pasado 6 de noviembre hemos celebrado el vigésimo tercer aniversario de la Consagración de esta Parroquia – Nuestra parroquia. Cuando oímos la palabra «Parroquia» ¿que es lo primero que se nos viene a la mente? ¿Ladrillos? ¿Asientos? ¿Paredes?…

Veréis. Si a mi me preguntan que es una Parroquia…no sé….es dificil de explicar. Pero sí os puedo decir que desde que conozco esta Parroquia…mi idea cambió.

En una parroquia es donde fuí bautizado, donde recibí mi primera comunión, donde recibí el sacramento de la confirmación, donde me casé. Pero esta parroquia es diferente. Tiene algo especial y no son los ladrillos, el techo, los naranjos, el jardín o el columbario.

Yo no lo ví, pero ayer me recordaba Fernando como se construyó el edificio, poquito a poco, poquito a poco. Pero sí lo vi en un vídeo VHS que me entregó Pepe Moreno para que lo guardara. La Consagración de esta Parroquia fué una fiesta que duró varios días. Vino el Arzobispo, tres coros rocieros, se celebró una cela de gala benéfica en el Palacio de Congresos para recabar fondos y poder construirla; a la que acudió mucha gente. Este techo se colocó con una grúa gigantesca cuando las cabras venían a pastar por aquí. Porque esto era todo campo.

Pero la Parroquia de verdad se ha ido construyendo con la gente. Con personas que se sienten aquí como en familia. La familia de los hijos de Dios. Gente que nos tratamos como hermanos, porque somos hermanos en el bautismo y porque somos hijos de un mismo padre.

Por eso cuanto más conocemos esta…mi Parroquia, tu parroquia, más queremos conocer y convivir.

Nunca olvidaré las palabras de Pepe Moreno y de Pepe Delgado que no paraban de decir:  ¡Qué parroquia más bonita tenemos verdad? ¡Qué orgullo de Parroquia! pero no lo decían por el edificio sino por su gente.

No me quiero extender mucho, pero desde el primer bautizo, la primera boda, la primera misa, ha sido una historia viva de una Iglesia Viva, cristianos comprometidos que han trabajado para construir el Reino de Dios aquí. Hay una anécdota que me contaba Pepe Moreno de como empezó todo. Cuando el supo que aquí  se podía construir una Parroquia, lo primero que hizo fue coger su coche un Domingo llamó a dos o tres amigos y con una mesita plegable de la playa se puso debajo de unos soportales (aquí en el barrio) y empezó a dar misa. Y la gente los miraba extrañados como si estuvieran locos. Poquito a poco fue sumando gente, poquito a poco.

Por eso, cuanto más conocemos, más queremos conocer de nuestra Parroquia. Es algo tan grande…

¿Sabemos cuántos grupos hay aquí? Niños, jóvenes y adultos vienen, al menos, unas horas a la semana a esta parroquia, y van conociendo cada día mejor a Jesucristo. Forman su fe porque aquí hoy…. es más necesario que nunca dar razón de nuestra esperanza.

¿Cuantos enfermos reciben la atención de la Parroquia? ¿Cuantas personas acuden a cáritas todas las semanas? ¿Cuantas personas acuden al sacerdote?, ¿Cuantos están en catequesis? Cuantos grupos de niños, cuantos de adultos, cuantos de scouts, cuantas canciones del coro? Buenos somos parroquia y estamos ahí cuando nos necesitan.

¿Pero……realmente sabemos lo que tenemos?

Hoy, por ejemplo, hay parroquias que, desgraciadamente, no se pueden abrir. Los sacerdotes no pueden llegar a todos, y es importante que haya templos abiertos donde poder rezar, donde encontrarse diariamente en silencio y orar.

Hoy celebramos la Consagración de una Parroquia viva, que tiene ya una historia – unos añitos  – pero que le queda mucho por hacer.

Por esto y mucho más, solo puedo dar las gracias a Dios por esta… nuestra Parroquia que con tanta gente buena me hacen sentir en familia, que hacen de la parroquia un lugar cercano, cálido… Una parroquia de puertas abiertas, una familia cristiana de verdad que me hacen sentir feliz!

Gracias a todos los que la construyeron y los que la siguen construyendo hoy.

Gracias!