Propuesta para caminar en Cuaresma
Seguro que muchos conocemos la anécdota del cuadro “Jesús llamando a una puerta”, de un famoso pintor. El día de la presentación pública, tras desvelar el cuadro y la ovación del público, un observador muy curioso encontró un fallo en el cuadro. Se veía a Jesús hermoso
y decidido llamando a una puerta… pero la puerta no tenía picaporte ni cerradura.
Y fue a decírselo al artista: – Si su puerta no tiene picaporte, ¿cómo se podrá abrir?“ Y el pintor, con mucha calma, contestó: “Es que la puerta del corazón sólo se abre desde dentro”.
Ojalá sintamos en esta Cuaresma, esa misma llamada, de quien se definió a sí mismo diciendo: yo soy la puerta. (Jn 10, 9). Hoy, desde el Apocalipsis (Ap. 3, 20), él nos repite: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: y al que abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Esto es lo que os deseo a todos en este tiempo de gracia: apertura,
valentía, generosidad…plenitud de vida. Y que la meditación del evangelio de
cada día, junto con los gestos humanos, solidarios y amables hacia quienes
nos rodean, nos ayuden a construir un mundo mejor y más justo. Más
fraterno. Más hogar.
Buen Camino hacia la Pascua…