Piedra preciosa

 

Piedra de la felicidad

 

“Un hombre caminaba sosegadamente por un camino en los alrededores de una aldea india. Vestía una túnica simple, llevaba un hatillo a la espalda y calzaba sandalias.

 

De pronto, alguien le alcanzó corriendo por detrás y le dijo entrecortadamente:

 

  • ¡La piedra, la piedra! ¡Dame la piedra! Tuve un sueño esta noche y la diosa Visnú me dijo que encontraría cerca de esta aldea a un hombre que posee la mayor piedra preciosa del mundo y que yo podría conseguirla.
  • Te refieres a esta, dijo el otro sacando de su hatillo un enorme diamante, la encontré esta mañana junto al camino. Llévatela si quieres, yo no la necesito.

 

El hombre contempló deslumbrado el diamante más grande y hermoso que jamás había visto. En sus destellos veía todo lo que podría adquirir gracias a él: se haría rico, cambiaría de casa, tendría sirvientes, compraría el elixir de la eterna juventud…

 

Arrebató el diamante de las manos del caminante y echó a correr.

 

El hombre lo miró alejarse y se sentó a meditar a la sombra de un árbol junto al camino.

 

Al atardecer vio venir hacia él al hombre que le había arrebatado el diamante por la mañana. Se acercó a él con la piedra preciosa en la mano, se la entregó y le dijo:

  • Dime, a cambio cuál es la fuerza y el secreto que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante

 

Así concluye el evangelio de hoy. [1].  “Así será el que amasa riqueza para sí y no es rico ante Dios”.(Lucas 12, 21)

 

Párate. Respira hondo. Abre tu corazón al sentido común, a la presencia de Dios. Imagínate delante de ti al mismo Jesús y, con toda confianza, pregúntale. Deja que te hable…Escucha atentamente.

“¿Cuál fue tu secreto para ser tan libre? ¿Para dejarte matar sin dudar? ¿Para cantarle las cuarenta a todo el que se pusiera delante sin importarte el riesgo? Para saltarte las leyes, las costumbres, las opiniones de los poderosos, no por deporte, inmadurez  o resentimiento? ¿Cómo pudiste decir que “la verdad os hará libres”? ¿ Cómo aprender a ser libre en medio de mi vida tan atrapada por las modas, las costumbres, las leyes impuestas por los demás? ¿Cómo hacer que no sea el dinero mi angustia mayor? ¿Cómo aceptar los riesgos de la vida confiando en Dios?

 

Y esa es la piedra filosofal de la felicidad: aprender a superar las barreras. Como TÚ…

 

Leonardo Molina S.J.

[1] (Anthony de Mello S.J., “El canto del pájaro”