Donación a la parroquia de Dña. Cristina Lara Carrasco
En el día de hoy, Dña Cristina Lara Carrasco, feligresa de Las Góndolas, ha donado a nuestra parroquia esta obra realizada por la pintora Lola Noguero Iglesias. Está fechada el 8 de diciembre del año 2006.
Dña. Cristina ha donado este cuadro para el culto de la parroquia, con intención de puedan rezar y contemplarlo todos los vecinos de nuestro barrio. ¡Gracias Cristina!
La autora del cuadro es una pintora andaluza, nacida en Sevilla en 1971. Se enamora de la pintura viendo pintar a su abuela materna. En 1987 empieza a dar sus primeros pasos en el mundo del arte cuando empezó a asistir a clases en un estudio particular. Es licenciada en Bellas Artes, en la especialidad de Pintura, por la Facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
Dña. Cristina Lara encargó esta réplica de la Inmaculada de Murillo, la conocida como Inmaculada «de Soult» que es un cuadro del pintor español Bartolomé Esteban Murillo, pintado hacia el año 1678. Se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Murillo es autor de numerosas Inmaculadas, esta es posiblemente la última que pintara siguiendo la misma fórmula ideal que venía empleando desde sus primeras aproximaciones al tema, con la Virgen vestida de blanco y manto azul, con las manos cruzadas sobre el pecho, pisando la Luna y la mirada dirigida al cielo; la composición, como en este caso, suele presentar un claro impulso ascensional, muy barroco, que coloca a la figura de la Virgen María en el espacio empíreo habitado de luz, nubes y ángeles, aunando dos tradiciones iconográficas: la de la Inmaculada propiamente dicha y la de la Asunción. Es llamativa en esta Inmaculada como en otras del pintor la desaparición de los tradicionales símbolos de las Letanías lauretanas, oración mariana que se asocia muy frecuentemente con la iconografía inmaculista. En lugar de ellos, Murillo idea en torno a María una gran gloria de ángeles, pintados en las más variadas actitudes con una pincelada muy deshecha, que logra fundir las figuras con la atmósfera celestial. Los rostros de la Inmaculada y de los ángeles son muy realistas y tienen bastantes detalles.